lunes, 28 de febrero de 2011

NO SE OLVIDEN DE ZAPATA





            Internet  posee todos los inconvenientes de sus propias ventajas. Permite, entre otras magias, que alrededor  de 1.500 millones de personas accedan en tiempo real a la información de lo que acontece en el mundo; un quinto de la población mundial puede saber que está ocurriendo en el lugar que elija, cuando quiera y por los medios informativos de su preferencia e incluso comprobar que informan los que ven las cosas desde un escorzo contrario al del  “na.web.gante”. La contracara, lo negativo, es que el flujo de información resulta constante y una catarata de noticias nuevas  sepulta  casi de inmediato a las de horas antes. Las nuevas tragedias eclipsan a otras tragedias que no por menos recientes resultan menos dolorosas.
            La desdicha chilena que acarreó el terremoto del día 27 de febrero del año pasado y sus centenares de réplicas desplazaron rápidamente como noticia a otra desdicha, la del pueblo cubano, crudamente sintetizada en la muerte de Orlando Zapata Tamayo.  Ambas tragedias acaban de cumplir un año, pero mucho más recordó la caja boba la tragedia chilena que la otra, que mostró al mundo que la falta de libertad puede llevar a la muerte, sin necesidad de un pelotón de fusilamiento.

Zapata fue negro, obrero y valiente, tenaz defensor de los derechos humanos, este albañil cumplía condena a 36 años de prisión por el grave delito de pensar distinto que el gobierno cubano, por hacer públicas sus ideas, por contradecir el discurso único del poder político. Si fue un agravio para él la condena recibida omitiendo el debido proceso y la posterior tortura del aislamiento, también lo fue para el mundo libre, para el pueblo de Cuba y para el pueblo argentino, agravio potenciado –entonces y ahora- por silencio del  gobierno nacional que nos representa ante el mundo; Argentina tiene desde hace doscientos años normas jurídicas que garantizaron siempre lo que la dictadura cubana le negó a Zapata en el Siglo 21. El Estatuto del Año 1811, promulgado por el Triunvirato incorporaba expresas disposiciones sobre libertad de expresión y  seguridad individual, garantías que han llegado hasta nuestros días de la mano de la Constitución de 1853.
            Por defender estos principios tan naturales en nuestro país, por intentar que fueran vigentes en el suyo,  Zapata Tamayo entregó su vida.  La posición argentina, la del pueblo, no la del gobierno que hostiga la prensa libre y hasta los deportistas que piensan distinto (caso Del Potro)  es sin duda alguna aquella que nació en 1811 y que continua vigente en el inconsciente colectivo.         
El diario El País, de Montevideo,  editorializaba el mismo día de la muerte de Zapata pero sin conocer todavía su trágico fin,  diciendo acerca de este prisionero de conciencia que “Zapata se sacrifica para llamar la atención internacional. No podemos dejar que su sacrificio, en momento que lo trasladan y alimentan contra su voluntad, en momentos que corre riesgo de muerte, pase inadvertido. Esto sería lo que querrían sus carceleros y los cómplices que estos tienen en todo  el mundo, incluyendo Uruguay”.  Esta acción heroica podría ser eclipsada por otros hechos, y lo que es peor, olvidada.      
                        No obstante acontecieron sucesos, inimaginables hasta la muerte de Zapata, cuya andadura internacional permiten pensar hoy que el sacrificio del cubano por su pueblo ya no marchará hacia un olvido que no merece.
                        El Partido Socialista Obrero Español lamentó oficialmente el hecho y las detenciones producidas en la isla con motivo de su entierro pidiendo a las autoridades cubanas que libere a todos los presos de conciencia, cuestionando la situación de los derechos humanos en Cuba; las declaraciones a la prensa están en su sitio de Internet www.psoe.es  y en sintonía con ello su eurodiputado ante el Parlamento de la Unión Europea afirmó que  Orlando Zapata ganó la batalla” y que “un demócrata, antes que socialista, liberal, conservador o de cualquier ideología, debe ser un defensor de las libertades”. En Chile, los diputados del Partido Socialista -por primera vez en su historia- condenaron en declaración pública la situación de los derechos humanos en Cuba, reclamando la inmediata liberación de los “presos de conciencia” del régimen. La autocrítica también la realizaron artistas e intelectuales de izquierda en todo el mundo como el cineasta Pedro Almodóvar, la premio Nobel de Literatura Herta Müller o la escritora argentina Beatriz Sarlo.         
            El socialismo español y el chileno han corregido drásticamente el rumbo de su historia respecto de la visión de Cuba y la vigencia en ella de los derechos humanos. Argentina, que acuñó aquella frase tan expresiva “No Se Olviden De Cabezas” alineando tras ella a los ciudadanos por encima de ideologías, edades o niveles sociales  para defender el estado de derecho, debió reeditar ese simbólico pedido para como homenaje en el bicentenario de muchas naciones americanas a la defensa de los derechos humanos en Latinoamérica :“No Se Olviden De Zapata”
            Pero vamos de mal en peor, no sólo pasó desapercibido el aniversario de su muerte sino que la Argentina no ha condenado el bombardeo de civiles por parte de las fuerzas armadas libias.
            Más que un doble discurso del Poder Ejecutivo parece haber en los más altos niveles del gobierno nacional una esquizofrenia colectiva, si por ese término entendemos que existe un trastorno de la razón y de la conducta, que es la antesala de la locura política y de la otra. Un canciller que revisa valijas como un vista de aduana, una Presidenta que felicita a un gobernador que desacata un fallo de la Corte Suprema, un Ministro de Economía que sonriente afirma que la inflación solo perjudica a las clases altas, un Jefe de Gabinete que sin sonrojarse afirma que la inseguridad es nada más que una sensación, son preocupantes ejemplos.
            No se olviden de Zapata. 

Armando J. Frezze

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jueves, 24 de febrero de 2011

LOS JUECES DEL SIGLO 21


 

            El título de abogado es un requisito excluyente para ser juez, pero ya  no exclusivo; en el Siglo 20 sólo hacían falta ciertos años de edad y de profesión, en este Siglo 21 la sociedad comenzó a aumentar sus exigencias para el ejercicio de la función judicial, reclamando bastante más que conocimientos sobre el derecho, la doctrina y la jurisprudencia o saber redactar coherentemente una sentencia.
Los jueces hoy  -incluidos  los profesionales que aspiran a serlo- deben tener información de hecho adecuada sobre aspectos básicos de la comunidad a la que pertenecen y en la cual no solo transcurre su vida sino sobre la que influirán sus decisiones: cada sentencia es un acto de gobierno, considerando que el gobierno tiene tres ramas y la judicial es una de ellas. Así los jueces deben asumir un compromiso con el cambio que exigen los tiempos actuales, cambios acontecidos en la sociedad argentina y en el mundo. Por su parte la sociedad quiere conocer de que modo y manera el juez se informa sobre su realidad cotidiana, que diarios lee, que literatura -aparte de la jurídica- y eventualmente también, cual es su ideología política. Porque la idea de un magistrado neutro, prescindente, apolítico es un concepto que pertenece al pasado, como pertenece al pasado aquel apotegma que pontificaba: “Los jueces sólo hablan por sus sentencias”. Los magistrados de este Siglo 21 han comprobado que la acción judicial no es neutra, que tiene características políticas (en sentido institucional, no partidario) y pueden acarrear consecuencias de ese tipo. Los juicios a las Juntas o las decisiones de la Suprema Corte en el complejo entramado de protección medioambiental del Riachuelo son ejemplos de ello; los magistrados aceptan que, junto con su independencia, deben asumir un compromiso de responsabilidad social, que es una forma de ayudar a la evolución del derecho, si desean cumplir cabalmente con las necesidades de justicia que les reclama hoy la sociedad contemporánea, que cada vez más  mira con mayor atención y detalle la tarea del juzgador.
También es una realidad de este siglo 21 la cultura de la urgencia; cuyo esbozo en Argentina germinaba hace cincuenta años con las primeras acciones de amparo -los casos Siri y Kott- y que hoy se han consolidado en procedimientos especiales y abreviados, situaciones en las cuales la percepción que tenga el magistrado de su comunidad determinará el acierto o el fracaso del trámite, hechos y normas que obligan a considerar los nuevos paradigmas de justificación de las decisiones, superando los criterios tradicionales.
El poder judicial está en condiciones de llevar adelante, sin apartarse una coma de la ley, una revolución social más profunda que el resto de las instituciones políticas si cuenta con magistrados capacitados a la vez que sensibles a la realidad social. Sin llegar a convertirse en jueces mediáticos, sin formular pronósticos sobre las causas a su cargo, su compromiso con la comunidad -y el interés de ésta sobre ese compromiso- les obliga a una apertura hacia los medios de comunicación todas las veces que sea necesario, aunque sin resignar su rol de prudencia. En el siglo pasado los jueces fueron ilustres desconocidos para el hombre común y las noticias judiciales,  breves y aisladas, usualmente estaban limitadas al género policial.  Pero en esta Argentina del Siglo 21 el escenario ha cambiado; la crónica política cotidiana resulta en buena parte –y valga como ejemplo- ser una crónica de lo judicial, es  noticia frecuente y con idéntica frecuencia los ciudadanos aplauden o condenan decisiones judiciales, en ejercicio de un control informal cuya existencia y efectividad no puede ser ignorada. Algo parecido sucede con la información económica, la de seguridad y el medio ambiente.
La búsqueda de la excelencia y de la eficacia es otro objetivo de los magistrados modernos; sentencias realizadas con perfección intachable pero tardías no son, al igual que las sentencias veloces pero siempre revocadas por el Tribunal Superior, el ideal de una justicia eficaz ni eficiente.
Definir el perfil sicológico del magistrado según la función a cumplir,  resulta el requerimiento más novedoso para los jueces del siglo 21. Varias provincias legislando sobre la selección  o sobre los Consejos de la Magistratura pertinentes así lo han considerado; lo que para un cargo puede ser una debilidad, en otra función puede constituir una fortaleza. La entrevista sicotécnica –que no es un exámen de salud mental- pondera determinadas cualidades requeridas para ejercer la judicatura,   como la comprensión de la realidad sociocultural, el grado de individualismo, de coherencia conceptual, de creatividad, de permeabilidad a otros criterios, de imparcialidad y de independencia de criterio, la capacidad de liderazgo, de trabajo, la madurez y apertura mental, el compromiso con el cambio, el poder de decisión y la predisposición a actualizarse, el confiar en sus colaboradores, la capacidad de escucha y de consenso, grado de control de sus impulsos y emociones, seguridad en sus decisiones laborales y muchos otros puntos que exceden el mero conocimiento del derecho, tienen que ver al final con la eficacia de la gestión judicial.
            Probablemente exista hoy un conflicto de culturas judiciales, la del pasado y la del tiempo futuro, la esperanza reside en que, de existir ese conflicto, el resultado configure un mejor modelo de administración de justicias para todo ciudadano. 


            Estas reflexiones, publicadas el año pasado en el diario El Tribuno de Salta, señalaban una suerte de “conflicto de culturas judiciales” dentro de la misma estructura de la Justicia, entre los que podrían llamarse los jueces del Siglo XX y los del Siglo XXI. Los indicios, al menos en la justicia nacional, parecen indicar que el progreso existe y que se puede ser optimista.
            Tomo como ejemplo la actitud, el tono del discurso y el sentido de las propuestas que mostró ayer –miércoles 23 de febrero de 2011- el Presidente de la Corte Suprema de Justicia, Dr. Ricardo Luis Lorenzetti en el acto que se llevó a cabo en la Sala de Audiencias de la Corte Suprema de Justicia, con motivo de la apertura del año judicial, una actitud novedosa que el Dr. Lorenzetti repite por cuarta vez. Su discurso revela que alienta principios tradicionales, como afirmar que  "los jueces deben ser independientes y no se pueden sentir presionados" o pedir que "no se judicialice la política ni se politice la Justicia" pero también incorpora pensamientos de progreso, al pensar "en un Poder Judicial activo, pero que no gobierne". No siempre se tiene presente que el Presidente de la Suprema Corte no es un primus inter pares, sino que la representa y que en consecuencia la cabeza del Poder Judicial, que es uno de los tres poderes del estado, es la Suprema Corte. De modo tal que es el Alto Tribunal el que muestra una actitud propia del Siglo XXI, sin importar la edad de sus jueces.  De ese modo la comunidad sabe lo que piensan quienes conducen poder judicial, conocen su visión de la realidad nacional y de su rol institucional. En este caso particular, en el día de ayer supimos que además, que los embajadores de Francia, Brasil y Alemania estaban entre la concurrencia demostrando su interés en conocer también aquella visión, y que el discurso moderado dijo también que se inauguraba un año que seguramente estará signado por los temas políticos y electorales y por muchas causas en las cuales los magistrados tendrán, quiéranlo o no, un protagonismo esencial. Y el arco temático abarcó desde la necesidad de establecer políticas de estado, señalando que el resolver "los grandes problemas estructurales no proviene de un dirigente iluminado, sino que se solucionan con la participación de los tres poderes" hasta temas novedosos, al comunicar que el Centro de Informaciones Judiciales del Poder Judicial publicará videos en YouTube "porque así los jueces llegan a los jóvenes".
            Aquellos jueces que hablaban con voz de oráculo y sólo por sus sentencias fueron buenos magistrados para su época, pero el Siglo XXI tendrá jueces con perfil acorde a nuevos desafíos, tecnologías y cultura nacional. Parafraseando a Ortega, la justicia argentina en el Siglo XXI, será ella, en su nueva circunstancia.


lunes, 21 de febrero de 2011

AFORISMOS DEL DR. GUSTAVO LEGUIZAMON (o LOS DESAFORISMOS DEL CUCHI)


 

AFORISMO: Sentencia breve y doctrinal
que se propone como regla
en alguna ciencia o arte.


Años después de la muerte de Jacinto Benavente, se realizó en España una compilación de los decires, pensares y aforismos del notable autor peninsular, que llevó por título “Diccionario Privado de Jacinto Benavente” y que en los años de 1980 publicó la sociedad Altalena Editores, en Madrid.

Arrancaba con la cita de rigor: media docena de palabras en un solitario renglón. La cita pertenecía al mismo Benavente y escuetamente revelaba: “Todo muere.  Solo la risa sobrevive.”  El paralelismo con la personalidad del Dr. Gustavo Leguizamón comenzaba allí a resultar inevitable.

Después, en un  prólogo sin firma pero que, seguramente pertenecía al compilador (cuyo nombre también era toda una coincidencia: Blas Matamoro), se señalaban diversas circunstancias  que reafirmaban ese paralelismo con la obra y figura del Cuchi. 

Señalaba Matamoros que a Benavente se le conoce por un par de obras, principalmente Los Intereses Creados  y La Malquerida,  pese a ser autor de más de doscientas piezas. Algo parecido sucede con la obra del Dr. Leguizamón: de las ochocientas piezas por él compuestas, que incluyen sinfonías y obras corales, cualquier salteño sólo podrá enumerar media docena, o la docena entera, a lo más. Quizá el Cuchi podría argüir al respecto , como lo afirmó en muchos reportajes, que sus obras ya son anónimas, que ya no son de él porque le pertenecen al pueblo.

            El prólogo contenía otros símiles: indicaba que, en el caso benaventino, al lado del infalible creador del armónico y bien rimado movimiento de su “carpintería teatral”, hay otro Benavente  que se filtra constantemente por los intersticios descoloridos de su dramaturgia., mostrando que dentro de él convivían un académico con un niño travieso, que decía sus bromas en las pausas del otro. También las bromas del Cuchi ocupaban los espacios que su música dejaba sin llenar.

                        “Solo la risa sobrevive”.  Estas líneas (que más parecen el comentario a un prólogo que sobre aspectos de Leguizamón en cuanto a creador), resultan necesarias. Porque señala ese prólogo que por algo los dioses griegos”inmortales ellos, se caracterizaban por reír”. Benavente se ríe de casi todo y el Cuchi otro tanto.  Ambos reían hasta de lo que les dolía, haciendo de la duda burlona una especie de sistema. El autor salteño no reflejó esto enteramente en su obra musical, sino en sus cotidianos monólogos, energizantes como arengas, sólidos como teoremas, irónicos, risueños, profundos, ingeniosos.

                        Y si continuáramos con el paralelismo podríamos señalar que  el compilador de Benavente lo recuerda en el señalado prólogo como el caballero de la calle Atocha o como  el conversador del café El Gato Negro; Leguizamón ha sido el caballero de la calle Rioja y el inefable conversador del bar El Farito.

         Cuando el Cuchi Leguizamón dejó este mundo,  distintos medios de la provincia y el país lo recordaron, coincidiendo en un dato curioso: un interprete que tanto éxito había tenido como autor, solo había grabado un disco en toda su larga vida. Entonces, a partir de los discos que no grabó y de las cosas que no escribió,  surgió la idea de rescatar las reflexiones, los aforismos y las definiciones del Dr. Leguizamón.  Cada uno de los amigos del Cuchi consultados para este trabajo, como cada uno de los comentarios que enmarcaron las entrevistas periodísticas realizadas al músico, señalaron siempre dos características: su continua mirada de humor sobre las cosas por un lado, y por otro, que el hombre sabio, el filósofo, el reflexionante sin pudores, era de una envergadura igual que la del músico prolífico, exitoso y vanguardista.

                        Su característico monólogo era abarcativo de todos los temas, sea en la mesa de El Farito, sea en medio de un reportaje; en todos los casos el Cuchi  solía insertar gran cantidad de concisas reflexiones sobre tópicos cotidianos, sobre temas profundos o sobre cuestiones ligeras, pero por sobre todo miraba y definía a Salta al definir sus personajes, sus pacaterías, sus valores y hasta su futuro.

            Se me puede acusar de poco original, al tomar como modelo el Diccionario Privado del Jacinto Benavente, pero aún así, creo que no debía dejar de intentarse. Porque, además,  afirmar que  “Lo más ridículo en una viuda es un flirt inocente”,  o sugerir que “Los autores que fracasan no deberían insistir cambiando de obra, sino cambiando de público”,  hubieran sido pensamientos que sin duda, hubiera suscripto hilarante y gozoso el Dr. Gustavo Leguizamón.

Armando J. Frezze

Esta nota, publicada en la revista Raíces en el año 2007 se reproduce ahora como un recuerdo al Dr. Gustavo Leguizamón, en esta semana de la Serenata a Cafayate que está concluyendo.



-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-

A
ANARQUISMO  1:  Mi tata me fomentó el culto al anarquismo, porque su mayor aspiración era ser un hombre libre.
ANARQUISMO  2 : Hace sesenta años que pienso en voz alta.
AMOR:   El amor es algo que se inventa, en cambio la libertad nó.
ARTISTAS:  Los artistas construyen un sueño de la vida.
AFINADO:  No es posible imitar con  la guitarra o con el piano el cuarto de tono que puede afinar un chalchalero.  Por eso, una vez estaba yo escribiendo una baguala para orquesta, y puse en un pasaje del pentagrama: “Aquí, desafinando para arriba”.

C

CATOLICISMO: En Salta la gente es muy católica, pero se trata de un catolicismo sui generis .
CANCIONES:  Hacer canciones bien, pero bien hechas, es tan complicado como hacer sinfonías.
CONCIERTOS: Debería pagársele a la gente para que vaya a conciertos. ¡Que maravilla si todo el mundo pudiera acceder a las travesuras de la Séptima de Beethoven.
CREACION:  La creación es un acto profundamente solitario pero un contenido social innegable la gobierna: ¡se crea y se canta para los demás!
CIUDADES:  Las ciudades son un atentado permanente a la tradición popular.
COCINA:  La cocina es una de las bellas artes.
COCINA 2:  En mi tierra existe una buena mesa en cada uno de los niveles económicos.
CULTURA:  La cultura debería ser una enfermedad contagiosa. Habría que crear el bacilo de la cultura.

CH


CHALCHALERO:  El chalchalero tiene más oído que nosotros. El canta en extraños cuartos de tonos sin ningún problema.
 CANCIONES:  La canción popular es una síntesis de emoción y de sabiduría.
 
D

DEMAGOGIA:  La demagogia -en arte- es nivelar para abajo.
 DIOS:  Yo no creo en Dios  pero creo que los hombres lo vamos a inventar y  que ese Dios se va a portar bien.
DIOS 2:   A mi me gustaría tener un Dios criollo, que se mache los sábados.
DOGMAS:   Los dogmas son siempre las recetas autoritarias del pensamiento y las recetas no sirven ni para cocinar. Porque cuando se cocina lo que se pone, antes que nada, es el alma.

E

EDUCACION:  Creo que actualmente los chicos van al colegio a sacar notas y no para aprender a pensar. 
ETERNIDAD:   En las provincias del Norte hay cielos que son la eternidad

F

FARSANTE:  Yo siempre fui un gran farsante.
FOLKLORE:  El folklore más brillante lo tienen los pueblos más atrasados porque el permanente contacto con la tragedia humana les hace pronunciar el mensaje con mayor claridad y singularidad.
FOLKLORE 2:  Folklore no es corrección ni erudición; es vivencia. Hay que vivir en el clima de autenticidad, en lo telúrico, en lo nuestro. Hay que estar junto al paisaje, mamar de él, aprehenderlo y hacerse hombre así. Así se puede lograr que la gente baile el folklore como siempre fue: cada cual a su modo, copiando los jóvenes la manera de moverse de los veteranos.
FOLKLORE 3:   Cuando se habla de folklore se abusa de lo que se cree que es tradición y se miente a favor del poncho de cuello duro.
FUERO GAUCHO:  Güemes había inventado el fuero gaucho y expropiaba sin asco.
                                    
G
GENEALOGÍA:  Las manifestaciones mas importantes de los opas son las manifestaciones geniológicas. (sic)

H

HAMBRE: Un par de veces al día me agarra hambre de empanadas y de piano. Y esas cosas no se postergan.

I

IDEOLOGÍAS: Hoy en día se venden ideologías envasadas, como si fueran salchichas; creo que se las compra para evitar el pensar.
IDEOLOGIAS 2:  Hay gentes que piensan que es peligroso que cada uno se ponga a pensar, porque un libre pensador puede llegar a ser un francotirador.
INSTINTOS:  Me reconozco cavernario porque tengo  unos instintos rarísimos, o naturalísimos.
IMPUESTOS: Ponerle impuesto a la importación de instrumentos musicales es tan estúpido como declarar a la cultura objeto suntuario, y gravarla.

L

LUCHA DE CLASES:  En Salta hay distancia, pero no lucha de clases.

M


MENTIRAS:  Soy mentiroso; la mentira es la única arma eficiente que tengo para defender mi libertad.
MENTIRAS 2:  Yo digo más mentiras que los horóscopos.
MUNDONo se puede dividir al mundo entre éticos y    prestamistas.
MUERTE: Quisiera convertir a la muerte en un hecho natural, en una mansa entrega a la tierra.
MUSICA:   La fuerza de la música es producto de la cruza. Yo vivo cruzando las cosas: tengo zambas cruzadas con yaraví, con baguala, con carnavalito, según el caso. Así las hago.
MUSICA 2:  La música folklórica argentina necesita un Bela Bartok local para unir lo auténtico con la profundidad de los atriles.
MUSICA 3: La música me liberó para siempre de la vergüenza de vivir de la discordia humana, que es de lo que viven los abogados

O

OPAS:  Yo he sido un opa más, pero un opa importante.
OPAS 2: Hay opas que son brillantes, sobre todo cuando se jabonan, pero esto es poco frecuente.
OPAS 3: El opa porteño tiene mayor envase, cuida las apariencias. Son opas sobradores.
OPAS 4:  Los opas eran obedientes como japoneses.
OPERIA:  La opería es lo más común en Salta.

P

PAIS: Al país habría que cambiarle el nombre y llamarle “Ladrolandia”, todos quieren hacerse ricos de golpe. (1985) 

PAISAJE:  El canto de los sapos al lado del río o al chalchalero después de la tormenta es el esfuerzo animal por traducir el paisaje.

PAISAJE  2:  El paisaje es una verdad, y una verdad que la música puede traducir.
PAISAJE 3:  El paisaje hace que la tierra sea nombrada y expresada de distintas formas. Si hasta lo hacen los animales: en Bs. Aires hay un pájaro que suena afeminado, es el ven-te-veo. En Córdoba adquiere un barquinazo y suena: bicho-feo. Y en Salta cambia de nombre, suena abagualado y se llama quitupí.
PERDON:  El perdón es algo maravilloso. Porque hay que ser muy sabio –o muy santo- para saber perdonar.
 PODER:  No basta con tener poder; hay que haber sido educado para usarlo. No se puede salir a cazar un pajarito a cañonazos solamente porque se es dueño del cañón.
 POLITICA:  Es el arte de manejar áca sin ensuciarse las manos.
PORNOGRAFIA:  La usura es la auténtica pornografía nacional.

R

RELOJES:  Nuestros relojes provincianos son lentos y tienen tonada.
RUIDOS:  En Salta hay un cerro que me gusta trepar para ir a oír desde allì los ruidos de la ciudad.
RITMO: El ritmo es lo más importante en la vida. El universo es un ordenamiento de ritmos también.
S
SARMIENTO: Sarmiento le dio a nuestro país la enseñanza gratuita, la cultura, que es el alma de la liberación. ¡Por eso lo odian al viejo!
SOCIALISMO:  No se si podría llegar a vivir en el mundo socialista después de todo lo que me ha costado llegar a disponer de mi tiempo. Que no lo quiero vender, pero si la causa es justa lo puedo regalar.
SADAIC:  No se han inventado todavía ni los trabucos dialécticos ni las ametralladoras jurídicas para que SADAIC pague a los hombres del interior con puntualidad y exactitud los derechos que les corresponden
SALTA: A la ciudad de Salta, de verla igual, cada vez la conozco menos.
SEXO: Los males de este país tienen su origen en que el país se ha amariconado, y no se puede ser traidor con el sexo.

T


TERAPIA:  El arte es la única terapia posible.
TONADA:  Los tucumanos tienen tonada de un suburbio de Buenos Aires, los riojanos hablan esdrújulo, los cordobeses a los barquinazos y los salteños como opas presuntuosos.
TRADICIÓN: La tradición no es una costumbre envejecida; por el contrario son sabias costumbres y por lo tanto, respetadas.

U


UNIVERSIDAD: Sería muy útil  crear una universidad para la gente rica, para que aprenda a como gastar el dinero.
 UNIVERSIDAD 2:  En Salta la única gente brillante está al margen de la universidad porque no la entienden.

 V


VANIDAD:    Soy profundamente vanidoso porque como dice Goethe, ¡sólo los canallas son humildes!



FUENTES

       Diario El Tribuno: suplemento Cultura y Espectáculos, lunes 14 de enero de 1985; lunes 29 de septiembre de 1997; Agenda Cultural, domingo 5 de octubre de 1997;  Agenda Cultural, domingo 8 de octubre del 2000; Sección Cultura y Espectáculos, miércoles 26 de septiembre de 2001.
          Diario La Opinión, Suplemento Cultural,  entrevista concedida a la periodista Estela Cirelli en la primavera de 1978.
        Revista FOLKLORE , N° 94, mayo de 1965.
·        Diario La Nación 28 de septiembre de 2000, notas de Rene Vargas Vera y de  Eduardo Lagos; 19 de septiembre de 1997, suplemento Espectáculos nota de Gabriel Plaza.
·        Diario “Tiempo Argentino”, suplemento Cultura del domingo 11 de diciembre de 1983, entrevista realizada por Jorge Dorio G.,.  Ídem junio de 1986, citado por la revista CLAVES del mes de octubre de 2000.
·        Dr. José Marìa Leguizamón y Dr. Luis Vìctor Outes.





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