miércoles, 12 de enero de 2011

SOBRE CRITICAS Y REENVIOS DE CORREOS ELECTRONICOS




A comienzos del pasado diciembre señalamos en una nota –Miedo a la Juventud- la injusta crítica que los adultos formulan a los adolescentes que se manejan con dos códigos: el castellano usual y el de los “mensajitos” utilizado vía celulares. Pero como correlato vale la pena reflexionar, mientras tanto, que es lo que hacemos los adultos –los Supra 40 y Sub 70- con la tecnología informática.
                No todos la usamos como herramienta epistolar y la mayoría la trajina sólo de manera aparente. Aquellas personas que nada tenían que decir antes de la invención del e-mail, tampoco tienen nada que decirnos hoy, quien antes no escribía cartas no lo hará hoy porque tenga una PC. Quien escribía mal lo seguirá haciendo y cantidades de adultos envían mails con errores de ortografía, de sintaxis y hasta de sentido. De modo que muchos adultos que no saben que decir por correo se limitan a reenviar aquellos correos que de otros han recibido, divertidos algunos, otros no, de remitente desconocido la mayoría y todos triviales e impersonales. Muchas veces ni siquiera agregan un para de palabras de su cosecha al material que reenvían.
 También, sin saberlo, en ocasiones son vectores de  algún virus que, además de quitarle tiempo a quienes los reciben, les dañaran sus equipos. Existe a su vez la legión de adultos que transmiten lo que los especialistas en informática llaman   el virus del buen amigo”: no destruyen discos rígidos ni dañan archivos pero perjudican al sistema de comunicaciones. Este fenómeno lo genera gente formal, de buena voluntad y generalmente pocas luces, que reciben noticias de un alarmista ignoto, el cual advierte sobre un nuevo y peligrosísimo virus descubierto hace 23 minutos, que afecta al correo electrónico y apelando a la buena voluntad le requiere que, para bien de todos, ponga la información en conocimiento de sus amigos. El e-mail es rápidamente reenviado -asustando a más personas- las que lo vuelven a reenviar y al final del día hay 200 mil correos absolutamente innecesarios e intrascendentes en circulación, ya que el supuesto peligro es sólo una invención del chistoso que lo remitió el primero. Si algunos de los amigos, que pueden ser mis amigos, asustados trabaja en oficinas que tienen a su disposición listas de correos, se potencia el daño de modo inimaginable.
 Otra forma que adoptan estos cuentos del tío -“hoax” (trampa) en la jerga digital- son las cadenas. Se recibe un correo -generalmente con un archivo adjunto- que le solicita lo reenvíe a nueve amigos, cada uno de lo cuales deberá a su turno enviarlo a otros nueve (o siete o diez o el número que fuese)  y así sucesivamente, finalizando con una lacrimosa petición: no debe romperse esa cadena. A veces el pedido incluye una velada amenaza de malos augurios que muchos adultos no creen, pero que por las dudas internalizan. A las 48 hs. el chiste inocente puede haber generado un par de millones de mensajes inútiles que atoran y lentifican el servicio, saturando los servidores de correo electrónico. Así los ingenuos adultos que caen en estos embustes digitales hacen perder el tiempo y con su esfuerzo colaboran con el personaje que originó el retorcido proyecto de la cadena, que a veces esconde otra finalidad: lograr listas de direcciones de e-mail que se emplean más tarde para enviar “spam”, publicidad no solicitada, lo que se ha calificado como “una de las peores lacras de Internet”. Estos reenvíos de los adultos que critican a los adolescentes por sus mensajitos,  en ocasiones no se limitan a asustar amigos y acaparar ancho de banda en los servidores: sin ser un virus igual causan daños directos. Hace unos años un mail (que todavía asoma de cuando en vez) sugería buscar en el archivo de Windows al peligroso “jdbgmgr.exe, virus cuyo icono era un siniestro osito de peluche y solicitaba que le borraran si le encontraban. El archivo, en realidad, era parte del sistema Window y su eliminación inutilizaba al navegador Internet Explorer. Muchos adultos cometieron dos desatinos sucesivos: primero borrar el archivo  y después reenviar el mail. (O viceversa; de todos modos el orden de los factores dicen que no altera el producto)
De manera que los “mensajitos”, su sintaxis, su ortografía y sus abreviaturas,  no son un mal tan grave; por lo menos los adolescentes escriben. Con errores, pero escriben. En todo caso, el fenómeno demuestra que educación debería ser –en Argentina al menos- no sólo enseñar a escribir correctamente sino también -y por sobre todo- enseñar a pensar.

Armando J. Frezze

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miércoles, 5 de enero de 2011

SEGURIDAD VIAL: LA PRIORIDAD DE PASO ABSOLUTA


                En la antigua Roma, aquella en la cual los ayunaban los cristianos pero los leones no, nació un principio jurídico que indicaba que cuando la ley no hace diferencias, excepciones o distingos, tampoco debe hacerlos el juez. Ese principio llegó hasta nuestros tiempos y se insertó en el sistema judicial argentino, aunque a veces fue incumplido. Ejemplo de  ello fue la vieja ley de tránsito, que estableció una prioridad de paso -la de la derecha- sin hacer distinciones, las que sin embargo fueron más tarde inventadas por los magistrados: y así decía que si el demandado venía rápido, o que si el actor era embistente, o que si uno de los dos  ya había pasado la mitad de la bocacalle, que si esto o que si lo otro, según el gusto y parecer de los magistrados, lo menos importante era quien llegaba por la derecha. Era lo que se suele llamar jurisprudencia en pie.

             Para superar este inconveniente -que había llegado a poner en jaque a la prioridad de paso misma, dejándola a merced de las olas jurisprudenciales-  la nueva ley del año 1995 categorizó la prioridad de paso como absoluta. Absoluta y sin excepciones, salvo las concretas salvedades escritas en la misma ley. De modo que en caso de accidente en las bocacalles la culpa es, y será siempre,  absoluta para quien circula desde la izquierda: si no pudo ver a quien venía desde la derecha -no importa la velocidad- fue negligente al atender al tráfico; si lo vio y calculó mal -no importa a que velocidad venía el de la derecha- tuvo impericia al calcular; si lo vio, calculó bien y no obstante, la viveza criolla le hizo adelantarse sin derecho, entonces habrá imprudencia.

            Siempre será culpable del accidente, hoy ya sin distingos ni excepciones, quien apareció por la izquierda: la ley dice que la prioridad de paso de quien viene por la derecha es "absoluta" y así nomás es.

En rigor de verdad la prioridad de paso absoluta en la normativa nacional había comenzado unos años antes, aunque algunos magistrados, no todos, en Salta nunca se dieron por enterados. En  primer lugar en 1983 por la Ley Nacional Nº 22.934 (suspendida en 1984 por ciento ochenta días por el art. 1º de la Ley 23.064). Luego también en el orden nacional fue repuesta en 1992 por el Decreto-Ley 692 de ese año (al cual el municipio de Salta Capital adhirió por Ordenanza Nº 6546/92) cuando en su artículo 39, al tratar de las prioridades de paso establece en su inciso b) que “esta prioridad es absoluta”,  norma adelantada a su época que disponía que, frente a ese absolutismo indiscutible, había excepciones necesarias, pero que estas eran sólo las que la ley fijaba en ese mismo artículo como numerus clausus. O sea que hace dos décadas que, al menos en Salta Capital, la prioridad de paso por la derecha es absoluta y los jueces no pueden ni deben modificar la ley, so pena de estar legislando que significa en buen romance que el poder judicial se entromete en jurisdicción del poder legislativo.  

                Respetar los magistrados aquel viejo proloquio romano arriba mencionado: "Ubi lex non distinguit ..." será tan útil como  útil también  será que  los conductores de vehículos  respeten la ley. Se  está en este tema frente a un absolutismo, pero es un absolutismo deseable, noble, digno de aplauso: el de la prioridad de paso absoluta la cual -respetada con igual nobleza- permitiría una circulación gentil y civilizada, una convivencia en armonía entre los conductores entre sí y a su vez entre estos y peatones.
Y lo que no es menos importante, se logrará anualmente derramar una cantidad menor de sangre y de lágrimas.

                Es de esperar, en todo caso,  que los fallos -en forma absoluta- premien sin distingos la prioridad absoluta de paso, es decir que señalen como digna de alabanza la nobleza gaucha,  no la viveza criolla.


Armando J. Frezze

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viernes, 31 de diciembre de 2010

LA PROCURACION DEL TESORO, MALTRATADA




(Publicado en El Tribuno, Salta, el  28/12/10)

                    El destrato del Ejecutivo Nacional a poderes del estado y organismos de reconocido prestigio –ahora usualmente evaporados- es una constante en la gestión kirchnerista. Si durante el gobierno de Néstor Kirchner el Congreso de la Nación fue transformado en una mera escribanía, en la gestión de su heredera se convirtió en blanco fijo, con motivo que allí existen legisladores que piensan distinto, y éstos son “los que no nos dejan gobernar” y “ponen palos en la rueda”.  En esas expresiones se advierte que la Presidenta, de buena gana habría clausurado el Congreso, al mejor estilo militar, para una mejor administración  del país según su óptica. El desprecio por la opinión del otro puede ser entendible, pero el desprecio institucional a un Poder del estado, expresado públicamente por la titular de otro Poder  está fuera de todo manual de ciencia política y de toda idea de democracia.
            El INDEC es una institución estatal  que sufrió un proceso de devaluación parecido, hasta llegar a ser un ícono de la fantasía usada como herramienta de gobierno. Creado en 1968, es la principal entidad oficial que recopila  y publica estadísticas; por la seriedad e independencia de su labor había ganado prestigio internacional.  No hace falta explicar sobre la devastación que ha sufrido por acción directa del Poder Ejecutivo Nacional en el último lustro.  Pocos son hoy los que aceptan sus guarismos.  Y esa falta de fe no es un tema menor: todo proceso de formulación y ejecución de una política económica requiere un preciso conocimiento de la realidad que le sirve como punto de partida, y también de datos periódicos para evaluar el progreso de aquella.  Para ello la política económica, el “modelo”, necesita sí o sí disciplinas auxiliares como el derecho, la historia, la geografía económica y –por supuesto- la estadística. Si los economistas no confían en las estadísticas del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) ¿de que modo pueden formular un modelo económico predecible, confiable y hacer después  su seguimiento? 
            El Banco Central también ha sido tradicionalmente otro organismo técnico de gran prestigio. Este tipo de instituciones, encargadas de la emisión del circulante,  aparecieron  al final del Siglo 19 siguiendo la idea de que la moneda papel, que estaba gradualmente reemplazando a la moneda metálica, fuese emitida por una única institución, lo que permitía llevar adelante sanas políticas monetarias. En Argentina el manoseo al que fuera sometido el Banco Central a fin del año pasado por parte del Ejecutivo,  y que motivó la renuncia de su presidente, fue un signo más de que el gobierno nacional se llevaba puesta otra de las instituciones económicas con tradición y prestigio, sin importarle las consecuencias, al ejercer una gestión irracional y  autoritaria. Alguna de esas consecuencias ha sido la insólita carencia de efectivo por parte de las entidades bancarias que acaba de sufrir el país y la emisión brasileña de buena parte del papel moneda argentino
            Del Consejo de la Magistratura de la Nación no puede decirse que el Gobierno le haya hecho perder prestigio. La realidad es que el kirchnerismo siempre ha hecho todo lo imaginable para que ese órgano de selección de magistrados no lo consiga jamás.
            En estos días el Ejecutivo ha vuelto a descalabrar la Procuración del Tesoro de la Nación. Con el mismo autoritarismo con el cual había echado al Procurador Osvaldo Guglielmino -en medio de la crisis desatada el verano pasado con el tema del Banco Central- reemplazándolo por  Joaquín Da Rocha, ahora dio por renunciado a éste y puso en su lugar una abogada de la Provincia de Santa Cruz, Angelina Abbona, ex Jefa del Tribunal de Cuentas y ex Fiscal de Estado de aquella provincia. Su designación tiene más que ver con la amistad y confianza política que con antecedentes académicos. No pesó en la designación los casi 148 años de trayectoria de la Procuración ni su sólido prestigio, ganado por la enjundia de sus dictámenes y la personalidad jurídica de sus titulares.

La Jefa de Estado muestra cada vez con mayor frecuencia su propensión a rodearse de un círculo más cercano y reducido de colaboradores, nacido de viejas amistades. Y al igual que el extinto Presidente, poco o ningún respeto expresa por las instituciones del Estado y las reglas de la democracia, en especial el referido al pensamiento de las minorías y a la libertad de expresión.
Con tales antecedentes vale preguntarse ¿Cuánto tiempo el durará en el cargo la nueva Procuradora? O formular un interrogante de mayor gravedad: ¿Cuál será la próxima institución que se elegirá como blanco? ¿la Auditoría General de la Nación, acechada desde hace tiempo?

Armando J. Frezze

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LA PROCURACION DEL TESORO, MALTRATADA El destrato del Ejecutivo Nacional a poderes del estado y organismos de reconocido prestigio –ahora usualmente evaporados- es una constante en la gestión kirchnerista. Si durante el gobierno de Néstor Kirchner el Congreso de la Nación fue transformado en una mera escribanía, en la gestión de su heredera se convirtió en blanco fijo, con motivo que allí existen legisladores que piensan distinto, y éstos son “los que no nos dejan gobernar” y “ponen palos en la rueda”. En esas expresiones se advierte que la Presidenta, de buena gana habría clausurado el Congreso, al mejor estilo militar, para una mejor administración del país según su óptica. El desprecio por la opinión del otro puede ser entendible, pero el desprecio institucional a un Poder del estado, expresado públicamente por la titular de otro Poder está fuera de todo manual de ciencia política y de toda idea de democracia. El INDEC es una institución estatal que sufrió un proceso de devaluación parecido, hasta llegar a ser un ícono de la fantasía usada como herramienta de gobierno. Creado en 1968, es la principal entidad oficial que recopila y publica estadísticas; por la seriedad e independencia de su labor había ganado prestigio internacional. No hace falta explicar sobre la devastación que ha sufrido por acción directa del Poder Ejecutivo Nacional en el último lustro. Pocos son hoy los que aceptan sus guarismos. Y esa falta de fe no es un tema menor: todo proceso de formulación y ejecución de una política económica requiere un preciso conocimiento de la realidad que le sirve como punto de partida, y también de datos periódicos para evaluar el progreso de aquella. Para ello la política económica, el “modelo”, necesita sí o sí disciplinas auxiliares como el derecho, la historia, la geografía económica y –por supuesto- la estadística. Si los economistas no confían en las estadísticas del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) ¿de que modo pueden formular un modelo económico predecible, confiable y hacer después su seguimiento? El Banco Central también ha sido tradicionalmente otro organismo técnico de gran prestigio. Este tipo de instituciones, encargadas de la emisión del circulante, aparecieron al final del Siglo 19 siguiendo la idea de que la moneda papel, que estaba gradualmente reemplazando a la moneda metálica, fuese emitida por una única institución, lo que permitía llevar adelante sanas políticas monetarias. En Argentina el manoseo al que fuera sometido el Banco Central a fin del año pasado por parte del Ejecutivo, y que motivó la renuncia de su presidente, fue un signo más de que el gobierno nacional se llevaba puesta otra de las instituciones económicas con tradición y prestigio, sin importarle las consecuencias, al ejercer una gestión irracional y autoritaria. Alguna de esas consecuencias ha sido la insólita carencia de efectivo por parte de las entidades bancarias que acaba de sufrir el país y la emisión brasileña de buena parte del papel moneda argentino Del Consejo de la Magistratura de la Nación no puede decirse que el Gobierno le haya hecho perder prestigio. La realidad es que el kirchnerismo siempre ha hecho todo lo imaginable para que ese órgano de selección de magistrados no lo consiga jamás. En estos días el Ejecutivo ha vuelto a descalabrar la Procuración del Tesoro de la Nación. Con el mismo autoritarismo con el cual había echado al Procurador Osvaldo Guglielmino -en medio de la crisis desatada el verano pasado con el tema del Banco Central- reemplazándolo por Joaquín Da Rocha, ahora dio por renunciado a éste y puso en su lugar una abogada de la Provincia de Santa Cruz, Angelina Abbona, ex Jefa del Tribunal de Cuentas y ex Fiscal de Estado de aquella provincia. Su designación tiene más que ver con la amistad y confianza política que con antecedentes académicos. No pesó en la designación los casi 148 años de trayectoria de la Procuración ni su sólido prestigio, ganado por la enjundia de sus dictámenes y la personalidad jurídica de sus titulares. La Jefa de Estado muestra cada vez con mayor frecuencia su propensión a rodearse de un círculo más cercano y reducido de colaboradores, nacido de viejas amistades. Y al igual que el extinto Presidente, poco o ningún respeto expresa por las instituciones del Estado y las reglas de la democracia, en especial el referido al pensamiento de las minorías y a la libertad de expresión. Con tales antecedentes vale preguntarse ¿Cuánto tiempo el durará en el cargo la nueva Procuradora? O formular un interrogante de mayor gravedad: ¿Cuál será la próxima institución que se elegirá como blanco? ¿la Auditoría General de la Nación, acechada desde hace tiempo? LA PROCURACION DEL TESORO, MALTRATADA El destrato del Ejecutivo Nacional a poderes del estado y organismos de reconocido prestigio –ahora usualmente evaporados- es una constante en la gestión kirchnerista. Si durante el gobierno de Néstor Kirchner el Congreso de la Nación fue transformado en una mera escribanía, en la gestión de su heredera se convirtió en blanco fijo, con motivo que allí existen legisladores que piensan distinto, y éstos son “los que no nos dejan gobernar” y “ponen palos en la rueda”. En esas expresiones se advierte que la Presidenta, de buena gana habría clausurado el Congreso, al mejor estilo militar, para una mejor administración del país según su óptica. El desprecio por la opinión del otro puede ser entendible, pero el desprecio institucional a un Poder del estado, expresado públicamente por la titular de otro Poder está fuera de todo manual de ciencia política y de toda idea de democracia. El INDEC es una institución estatal que sufrió un proceso de devaluación parecido, hasta llegar a ser un ícono de la fantasía usada como herramienta de gobierno. Creado en 1968, es la principal entidad oficial que recopila y publica estadísticas; por la seriedad e independencia de su labor había ganado prestigio internacional. No hace falta explicar sobre la devastación que ha sufrido por acción directa del Poder Ejecutivo Nacional en el último lustro. Pocos son hoy los que aceptan sus guarismos. Y esa falta de fe no es un tema menor: todo proceso de formulación y ejecución de una política económica requiere un preciso conocimiento de la realidad que le sirve como punto de partida, y también de datos periódicos para evaluar el progreso de aquella. Para ello la política económica, el “modelo”, necesita sí o sí disciplinas auxiliares como el derecho, la historia, la geografía económica y –por supuesto- la estadística. Si los economistas no confían en las estadísticas del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) ¿de que modo pueden formular un modelo económico predecible, confiable y hacer después su seguimiento? El Banco Central también ha sido tradicionalmente otro organismo técnico de gran prestigio. Este tipo de instituciones, encargadas de la emisión del circulante, aparecieron al final del Siglo 19 siguiendo la idea de que la moneda papel, que estaba gradualmente reemplazando a la moneda metálica, fuese emitida por una única institución, lo que permitía llevar adelante sanas políticas monetarias. En Argentina el manoseo al que fuera sometido el Banco Central a fin del año pasado por parte del Ejecutivo, y que motivó la renuncia de su presidente, fue un signo más de que el gobierno nacional se llevaba puesta otra de las instituciones económicas con tradición y prestigio, sin importarle las consecuencias, al ejercer una gestión irracional y autoritaria. Alguna de esas consecuencias ha sido la insólita carencia de efectivo por parte de las entidades bancarias que acaba de sufrir el país y la emisión brasileña de buena parte del papel moneda argentino Del Consejo de la Magistratura de la Nación no puede decirse que el Gobierno le haya hecho perder prestigio. La realidad es que el kirchnerismo siempre ha hecho todo lo imaginable para que ese órgano de selección de magistrados no lo consiga jamás. En estos días el Ejecutivo ha vuelto a descalabrar la Procuración del Tesoro de la Nación. Con el mismo autoritarismo con el cual había echado al Procurador Osvaldo Guglielmino -en medio de la crisis desatada el verano pasado con el tema del Banco Central- reemplazándolo por Joaquín Da Rocha, ahora dio por renunciado a éste y puso en su lugar una abogada de la Provincia de Santa Cruz, Angelina Abbona, ex Jefa del Tribunal de Cuentas y ex Fiscal de Estado de aquella provincia. Su designación tiene más que ver con la amistad y confianza política que con antecedentes académicos. No pesó en la designación los casi 148 años de trayectoria de la Procuración ni su sólido prestigio, ganado por la enjundia de sus dictámenes y la personalidad jurídica de sus titulares. La Jefa de Estado muestra cada vez con mayor frecuencia su propensión a rodearse de un círculo más cercano y reducido de colaboradores, nacido de viejas amistades. Y al igual que el extinto Presidente, poco o ningún respeto expresa por las instituciones del Estado y las reglas de la democracia, en especial el referido al pensamiento de las minorías y a la libertad de expresión. Con tales antecedentes vale preguntarse ¿Cuánto tiempo el durará en el cargo la nueva Procuradora? O formular un interrogante de mayor gravedad: ¿Cuál será la próxima institución que se elegirá como blanco? ¿la Auditoría General de la Nación, acechada desde hace tiempo? LA PROCURACION DEL TESORO, MALTRATADA El destrato del Ejecutivo Nacional a poderes del estado y organismos de reconocido prestigio –ahora usualmente evaporados- es una constante en la gestión kirchnerista. Si durante el gobierno de Néstor Kirchner el Congreso de la Nación fue transformado en una mera escribanía, en la gestión de su heredera se convirtió en blanco fijo, con motivo que allí existen legisladores que piensan distinto, y éstos son “los que no nos dejan gobernar” y “ponen palos en la rueda”. En esas expresiones se advierte que la Presidenta, de buena gana habría clausurado el Congreso, al mejor estilo militar, para una mejor administración del país según su óptica. El desprecio por la opinión del otro puede ser entendible, pero el desprecio institucional a un Poder del estado, expresado públicamente por la titular de otro Poder está fuera de todo manual de ciencia política y de toda idea de democracia. El INDEC es una institución estatal que sufrió un proceso de devaluación parecido, hasta llegar a ser un ícono de la fantasía usada como herramienta de gobierno. Creado en 1968, es la principal entidad oficial que recopila y publica estadísticas; por la seriedad e independencia de su labor había ganado prestigio internacional. No hace falta explicar sobre la devastación que ha sufrido por acción directa del Poder Ejecutivo Nacional en el último lustro. Pocos son hoy los que aceptan sus guarismos. Y esa falta de fe no es un tema menor: todo proceso de formulación y ejecución de una política económica requiere un preciso conocimiento de la realidad que le sirve como punto de partida, y también de datos periódicos para evaluar el progreso de aquella. Para ello la política económica, el “modelo”, necesita sí o sí disciplinas auxiliares como el derecho, la historia, la geografía económica y –por supuesto- la estadística. Si los economistas no confían en las estadísticas del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) ¿de que modo pueden formular un modelo económico predecible, confiable y hacer después su seguimiento? El Banco Central también ha sido tradicionalmente otro organismo técnico de gran prestigio. Este tipo de instituciones, encargadas de la emisión del circulante, aparecieron al final del Siglo 19 siguiendo la idea de que la moneda papel, que estaba gradualmente reemplazando a la moneda metálica, fuese emitida por una única institución, lo que permitía llevar adelante sanas políticas monetarias. En Argentina el manoseo al que fuera sometido el Banco Central a fin del año pasado por parte del Ejecutivo, y que motivó la renuncia de su presidente, fue un signo más de que el gobierno nacional se llevaba puesta otra de las instituciones económicas con tradición y prestigio, sin importarle las consecuencias, al ejercer una gestión irracional y autoritaria. Alguna de esas consecuencias ha sido la insólita carencia de efectivo por parte de las entidades bancarias que acaba de sufrir el país y la emisión brasileña de buena parte del papel moneda argentino Del Consejo de la Magistratura de la Nación no puede decirse que el Gobierno le haya hecho perder prestigio. La realidad es que el kirchnerismo siempre ha hecho todo lo imaginable para que ese órgano de selección de magistrados no lo consiga jamás. En estos días el Ejecutivo ha vuelto a descalabrar la Procuración del Tesoro de la Nación. Con el mismo autoritarismo con el cual había echado al Procurador Osvaldo Guglielmino -en medio de la crisis desatada el verano pasado con el tema del Banco Central- reemplazándolo por Joaquín Da Rocha, ahora dio por renunciado a éste y puso en su lugar una abogada de la Provincia de Santa Cruz, Angelina Abbona, ex Jefa del Tribunal de Cuentas y ex Fiscal de Estado de aquella provincia. Su designación tiene más que ver con la amistad y confianza política que con antecedentes académicos. No pesó en la designación los casi 148 años de trayectoria de la Procuración ni su sólido prestigio, ganado por la enjundia de sus dictámenes y la personalidad jurídica de sus titulares. La Jefa de Estador

jueves, 30 de diciembre de 2010

PIROTECNIA: ENTRE LA PARALISIS Y LA ESTUPIDEZ



            Las causas, los hechos y el diagnóstico de esta historia del dolor son elementos que se repiten todos los fines de año: niños, adolescentes y también adultos resultan con graves quemaduras en las manos, en la cara, en el cuerpo,  o con lesiones oculares, daños en la salud que fueron causados por artefactos pirotécnicos. Niños y adolescentes que debieron enfrentar la vida desde entonces  con deformaciones estéticas dolorosas -física y moralmente- o con amputaciones de falanges o de alguna mano, pérdida parcial o total de la vista hasta genitales amputados por guardar cohetes o rompeportones en los bolsillos. 
Hace ya doce años el diagnóstico estaba completo y concluido: el sábado 28 de noviembre de 1998 el diario El Tribuno editorializó, valga como ejemplo, acerca de esta seria amenaza a la seguridad y a la salud pública bajo el título “Temprano y Preocupante”. Advertía no sólo acerca del problema que causaba el uso de pirotecnia en las fiestas, sino también  la esterilidad absoluta de todas las campañas realizadas en años anteriores. Las reflexiones fueron motivadas porque no habían llegado las fiestas y ya en Rosario de Lerma un joven de 13 años había resultado con serias quemaduras en el rostro, cuello, hombro y torso, perdiendo además la oreja izquierda, con rotura de tímpano y sordera de por vida en ese oído.
            “La esterilidad de campañas anteriores” que señalaba el editorial se han repetido invariablemente hasta hoy.  Han pasado doce años; el diagnóstico y los resultados siguen siendo los mismo, el pronóstico también. Cada año se repiten las acciones de los años pasados en un estéril movimiento circular que siempre vuelve al punto de partida. “Si sigues haciendo lo que siempre has hecho, nunca llegarás más lejos de lo que has llegado” dice un proverbio atribuido a los chinos.
-o-o-o-o-

            Bariloche es un ejemplo de organización turística y ha llevado esa actividad a niveles de excelencia. Esto es una verdad de Perogrullo. Al punto que esa es la industria que mantiene –y muy bien- a todos sus habitantes.  Lo mismo puede decirse de San Martín de los Andes. Pero no solo en ese tema han dado ejemplos de ordenamiento que merecen ser imitados; tambien lo han hecho con la cuestión de la pirotecnia.             Hace ya  muchos años que El Bolson prohibió el uso y la  comercialización de la pirotecnia. El municipio de San Martín de los Andes también lo ha hecho. En Bariloche, en enero de 1997 llegó la veda total. En todo este tranquilo sector de la patagonia cordillerana ya no existen manos mutiladas, niños quemados, incendios de Navidad, y los vecinos prestaron un apoyo unánime a la medida que protegía la salud y la seguridad de ellos mismos y de sus propiedades
            Salta en cambio lo tiene como materia pendiente: en lugar demostrar al mundo, y demostrarse a si misma, su madurez cultural y su preocupación social, exhibe cada año, todos los años, un número víctimas de la pirotecnia, en su mayoría niños, sin contar los incendios.
            La salud y la seguridad de la población y de sus bienes forman parte de los organismos competentes como el Ministerio de Salud Pública o la Secretaria de Seguridad, o los poderes legislativos, tanto el provincial como los municipales. Algo está ya claro y probado: el problema no se soluciona y se agrava.
Entonces ¿qué es lo que hay que cambiar?
Lo que hay que cambiar es la permisión y reemplazarla por la prohibición. Los artefactos pirotécnicos son peligrosos ¿No es acaso su intrínseca peligrosidad la que ha motivado la suspensión de más de un partido de fútbol, provocando la frustración de miles y miles de espectadores? Ello ocurre porque estos elementos, en lugar de "inofensivos", resultan ser por el contrario "ofensivos";  "ofender" es definido por el diccionario como el "hacer daño físicamente". La prohibición por lo tanto es una consecuencia natural, lógica, sensata. Es justa.
            Además existe marco jurído que se está incumpliendo. La Convención de los Derechos del Niño, en su artículo 4, dispone que “los Estados firmante adoptarán todas las medidas administrativas, legislativas y de otra índole para dar efectividad a los derechos reconocidos” a los niños en dicha  Convención. Esas medidas legislativas son responsabilidad excluyente de los concejos deliberantes y de la Legislatura provincia. Ese deber lo están incumpliendo.
            Por su lado la Constitución de Salta garantiza a los habitantes el derecho a su “integridad física” (art. 10) y el derecho a la seguridad, no sólo de su persona sino de sus bienes. (art. 17). ¿Podría un mutilado demandar a la Provincia ante la Corte Interamericano de Derechos Humanos por incumplimiento de la Convención? ¿Podrá un ciudadano, todavía sano e indemne,  presentar un amparo para obtener la prohibición de la pirotecnia fundamentando su petición en las normas constitucionales provinciales?

-o-o-o-o-

            Y si hacer lo que siempre se hizo no ha dado resultado en los últimos años, y si debe buscarse otro curso de acción, aparece como necesaria la prohibición absoluta. Así de sencillo; va en ello la salud y la seguridad de la población.
            La normativa que prohíbe la pirotecnia, mirada desde un punto de vista geográfico, muestra como dos culturas sobre el tema: en la Patagonia la prohibición es absoluta en varias comunas, en el NOA la cultura es lo opuesto.
Así, en la  Pcia. de Tierra del Fuego, la Ley 306 del año 1996 dispone en su art. 1º “Prohíbese, en el ámbito de la Provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, la tenencia,  fabricación, comercialización, depósito y venta al público, mayorista o minorista, y el uso particular de todo elemento de pirotecnia y cohetería, sea éste de venta libre o no, y/o fabricación autorizada” Idénticas palabras usa la Ordenanza Nº 676-CM-96 de la ciudad de Bariloche (Rio Negro) para prohibir la pirotecnia en todo el ejido municipal; la  Ordenanza 137/06 también lo hace en la comuna de Lago Puelo (Chubut) y en San Martín de los Andes la Ordenanza N° 1031,  sancionada en 1992 y promulgada por Resolución N° 2573, dice en su primer artículo “Prohíbese la fabricación, venta y utilización de artículos de pirotecnia, en todo el ejido municipal de San Martin de los Andes.”
En Salta,  a pesar del diagnostico certero y del pronóstico sombrío, en este tema de pirotecnia  y sus dañosas consecuencias, sigue debatiéndose entre la parálisis y la estupidez.

Armando J. Frezze

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