jueves, 23 de mayo de 2013

LA CORTE DE JUSTICIA Y SU SANO JUICIO



LA CORTE SUPREMA Y SU SANO JUICIO

                La Procuradora General de la Nación Alejandra Gils Carbó produjo una nueva agresión verbal a la Corte Suprema, quizá producto de su propia frustración, por no conseguir lo que ni Néstor ni Cristina Kirchner lograron nunca: hacer ofuscar al máximo tribunal del país. El miércoles en declaraciones a Radio del Plata y sobre el tema del pago del Impuesto a las Ganancias, disparó munición gruesa: "Cuando se trata de plata, no es la primera vez que la Corte Suprema no respeta la Constitución" dijo refiriéndose a la  respuesta que recibió su pedido de trabajar conjuntamente con el Alto Tribunal para implementar el pago del impuesto por parte de jueces y fiscales. “No es cierto que la Corte no puede tomar decisiones sobre nuestro nivel salarial", aseveró.
                Este nuevo capítulo en la historia de las relaciones del kirchnerismo con el Poder Judicial comenzó el 1º de este mes de marzo, cuando la Presidenta delineó en su discurso ante la asamblea legislativa el tema de la democratización de la Justicia, anunciando una serie de proyectos. Entre los invitado a la inauguración de las sesiones ordinarias de este año, se contaban el Presidente de la Corte Ricardo Lorenzetti y el ministro Raúl Zaffaroni. El discurso tuvo el estilo confrontativo que es marca registrada de los dos últimos presidentes argentinos, y la respuesta de la Corte Suprema tuvo el estilo calmo y mesurado que también la identifica: en el primer acuerdo que reunió a los miembros del Alto Tribunal, éstos unánimemente manifestaron compartir todo lo anunciado por Cristina Kirchner, dado que la mayor parte de los temas integran la reforma judicial que, mal o bien, va progresando desde hace años. Únicamente no merituaron el proyecto de elección popular para el Consejo de la Magistratura, señalando que la materia legislativa es exclusiva del Congreso de la Nación.
Nada cambió desde aquel 2005, cuando Néstor Kirchner  comenzó con sus inusitadas intromisiones en el ámbito del Poder Judicial, repartiendo críticas. Fue entonces, en el momento más álgido de la crisis, que el Presidente de la Corte en ese momento,  Enrique Petracchi, señaló: "Ya se ha dicho todo lo que se podía decir. Hay que terminar con la esgrima verbal, envainar la lengua y a otra cosa", disolviendo así un horizonte de conflictos entre poderes.  
                La pasada semana, la Dra. Gils Carbó invitó por nota al máximo tribunal para trabajar conjuntamente en la implementación del pago de ganancias, sin advertir que con ello le estaba fijando la agenda a la Corte ni advirtió tampoco que la Constitución Nacional es muy expresa cuando define en el artículo 120, que el Ministerio Público es un órgano independiente, con autonomía funcional y autarquía financiera. Por esa razón la Corte no puede inmiscuirse ni en temas salarias ni  en ningún otro asunto propio del Ministerio Público, punto que se le recordó con firmeza pero buenos modales, señalando de paso que  desde 1994 la Procuración General de la Nación podría estar reteniendo ese impuesto a los fiscales. Esta respuesta, que tanto exasperó a la Procuradora General, puede leerse en el sitio oficial del Centro de Información Judicial (www.cij.gov.ar).
                El antiguo principio jesuita de actuar con fortaleza en las cosas pero con cortesía en los modos, sigue rigiendo el estilo de la Corte de Justicia, evitando el Alto Tribunal las disputas retóricas innecesarias o emitir  expresiones agraviantes o descalificantes, como las que suelen oírse en boca de algunos miembros del Ejecutivo Nacional, incluida su titular.
                Son dos estilos claramente diferentes y así son percibidos también por el común de la gente.