domingo, 14 de noviembre de 2010

LAS MUJERES DE ZORREGUIETA (¿Una Cuestión de Género?)


 
La búsqueda en la biblioteca, propia o pública, usualmente depara sorpresas al encontrar de improviso temas, libros o papeles que no eran el motivo de la búsqueda pero que inmediatamente se convierten en interesantes y nos hacen desviar del objetivo. Me ha sucedido no pocas veces.  En una de esas ocasiones, tiempo atrás, cuando buscando una cuestión diferente en mi desordenado amontonamiento de libros que parece una bibioteca, se presentó ante mí, sorprendente e intempestivo,  una especie de folleto (incompleto), de encuadernación casera y con el título en la tapa escrito manualmente en tinta azulvioleta. Ver el nombre del autor, olvidarme del motivo inicial de la búsqueda e interesarme inmediatamente en ese librillo de escasas páginas fueron un solo acontecer.
“Por Mariano Zorreguieta”  decía el manuscrito de la tapa. Era la obra “Recuerdos de Salta en la Época de la Independencia”, impreso en Salta en  1881. La firma de Zorreguieta, sin dedicatoria, en la falsa tapa, aumentó mi interés y allí mismo comencé la lectura.
Una nueva sorpresa fue advertir que buena parte de los recuerdos históricos contenidos en esas 66 págs. estaban dedicados a las mujeres que fueron notables y destacadas protagonistas  de una época de transición. Resultaba imposible sustraerse a la tentación de la analogía: una mujer, una descendiente, una época de transición entre dos milenios, una corona europea. Casi los mismos ingredientes, salvo el condimento: la paz en lugar de la guerra.
La guerra de la Independencia fue fecunda en hechos de todo jénero (sic) , no sólo de parte de sus valerosos hijos sino también de sus ilustres matronas.”  Así comenzaba diciendo Mariano Zorreguieta en la primera página de su obra.
Y señalando que a pesar de la guerra Salta “propagó la educación y no la descuidó ni aún en las épocas más calamitosas” agrega una especial referencia a las mujeres salteñas en relación al tema: “...muchas salteñas pudieron desde muy temprano desarrollar su inteligencia y adquirir una ilustración entonces muy rara entre las personas de su sexo. Unas se distinguieron por su abnegación y patriotismo y otras por su ilustración: de alguna de estas señoras damos los datos históricos siguientes....”
Y con ese objetivo en mente la parte segunda de sus “Recuerdos de Salta en la Época de la Independencia” se titula “Señoritas Toledo” quienes siendo oriundas de Salta (hijas de D. Juan Toledo) encabezaron en el Alto Perú una fuerte resistencia a los españoles cuando avanzaron sobre La Concepción, pueblo en el cual ellas  vivían. En esta parte los viejos papeles me  jugaron una mala pasada porque faltan de sus páginas, las que van de la siete a la diez.
El capítulo XIX de esta segunda parte está titulado “Doña Pascuala Balbaz”  y cuenta sobre  el episodio sucedido después de la batalla de Salta, cuando soldados españoles se atrincheraron en la Catedral. Entonces la mujer –realista frenética- se subió al pulpito dirigiendo a los acobardados oficiales una enérgica exhortación para que volvieran a sus puestos de lucha. El siguiente episodio lo titula “Las Gladiadoras”  en el que describe como las mujeres “aguadoras” concurrían diariamente a buscar agua a la fuente Yocci, fuente artificial que hizo construir el antiguo Cabildo. El lugar era escenario de luchas verbales y también de hecho entre las mujeres patriotas y las realistas; el ardor era tal, según Zorreguieta, “que muchas veces intervenía la fuerza pública para contenerlas”.  Y recordaba que al regreso a sus casas participaban a sus dueñas los insultos recibidos y éstas, mutuamente ofendidas, se preparaban a ejercer venganza meditada.
Las Patriotas”  se titula un capítulo en el cual refiere que “Las señoras salteñas....se hicieron célebres desplegando el mayor entusiasmo y amor a favor de la causa de la libertad desde la insurrección de 1810 hasta la transformación política de la República.” Y para sintetizar en una a todas ellas realiza el perfil de Da. Juana Azurdui (sic) de Padilla, memorando allí que el Gral. Belgrano le otorgó el grado y sueldo de Teniente Coronel. Casi dos siglos tendrían que transcurrías hasta que el Ejército Nacional volviera a tener guerreras en sus filas.
En otros Capítulos recuerda a la Sta. Olivia Bamonde, sintetiza los partes españoles de 1814 que señalan a las mujeres patriotas como a “un nuevo enemigo sumamente peligroso”, en razón de que continuamente intrigaban, seducían a oficiales realistas y pasaban información precisa a los jefes criollos, al punto que fue preciso trasladarlas a los pueblos de retaguardia “para que fuese menos activa su venenosa seducción”.
En este punto se acaba el fragmento supérstite del libro de Zorreguieta, es la página sesenta y seis,  toscamente recompuesto y con unas tapas de cartón de caja de cigarrillos “Industrial” Hebra Fina, con otras leyendas que dicen “Cigarrería El Valle de Lerma”, Ángel S. Villagrán, Salta, calle Florida 117, y una clara fotografía del barbado Sr. Villagrán.
La pluma del soldado escritor  intentó rescatar del pasado a aquellas argentinas de leyenda mientras que -sin saberlo-  su sangre  comenzaba a construir el futuro de otra mujer argentina destinada a la leyenda.
Armando J. Frezze

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